Un ligero estremecimiento y ella deja de ser.
Aún hermosa, pero inútil. Seca.
El árbol ya no
la reconoce, nada la une a la rama. Está libre.
Está muerta.
Cae. Por su propio peso, como caen todos los muertos.
A punto de tocar el suelo una ráfaga de viento la
levanta.
Sin embargo parece que volara.
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Traducido al inglés por la escritora Alex Jamieson
Ficciones Argentinas, edita la escritora Claudia Cortalezzi (versión en inglés)